sábado, 30 de mayo de 2020

Palmera Oro


Siempre me dio miedo entrar en aquel lavadero. Un escalofrío acompañaba el inconfundible olor a humedad y gato, que intuía agazapado en lo oscuro. Solo un ventanuco iluminaba el recinto. Ninguna bombilla en el techo. Para ver algo, tras la intensa luz del patio, debía esperar. Un amontonamiento de objetos inservibles iba saliendo de su mundo espectral y se formaba ante mis ojos, todos ellos mezclados en mi imaginación de pocos años con ratas, jaulas y colchones viejos. La marca en el tejado era de un árbol caído que soliviantó a mis padres de madrugada, según les gustaba contar.

Pero aquella tarde el cielo estaba azul y la tormenta, si existió, no era más que un hilo perdido en la memoria de mi madre. Además, mi misión estaba clara, al menos así lo entendí yo: rebuscar en el cajón de herramientas y traer con mucho cuidado un sobre de cuchillas de afeitar «Palmera». No se te ocurra abrirlo, me insistieron. Mi padre llevaba días ordenando viejas fotografías. Las colocaba en un álbum grande, de hojas ya entonces amarillas, vertical. Las disponía con mimo, hacía marcas y cortaba el papel de modo que las fotos quedaban bien sujetas por las esquinas. Mientras lo hacía, guardaba silencio. Quizá, eso lo pienso hoy, iba cambiando de escenario con cada foto. Al fin y el cabo, un álbum familiar es solo eso. Un inventario de tiempo acumulado. Un tren de sombras cargado de pasajeros hoy para mí desconocidos.

En este mayo confinado e interminable, con el álbum de viejas fotos en la mesa iluminada de la memoria, me pregunto por todo aquello y me pongo a escribir para entenderlo.

jueves, 21 de mayo de 2020

Las condiciones del pájaro solitario


He de reconocer que siempre he sentido atracción por eso que ahora se llama metapoesía. Me gusta que un poeta explique cómo entiende su trabajo, su «poética». Las hay magníficas. Recuerdo ahora mismo algunas de Jaime Gil de Biedma, Vicente Aleixandre, José Ángel Valente, Ángel González, Luis Cernuda, Luis Alberto de Cuenca, Roberto Juarroz o Alejandra Pizarnik. La lista sería interminable.

De todas ellas, hay una por la que siento especial predilección. Es de San Juan de la Cruz, uno de mis poetas favoritos de todos los tiempos. Un poeta inagotable. Y no me llegó directamente, sino a través de otro poeta al que también admiro: José Ángel Valente. En un magnífico artículo titulado «Las condiciones del pájaro solitario» (La piedra y el centro, 1982), Valente, tras reflexionar sobre la auténtica naturaleza de la palabra poética, señala:
Soledad o libertad esencial de la obra, cuya definición mejor acaso fuese predicar de ella las cinco condiciones del pájaro solitario, según las declaró Juan de la Cruz, que deberían los niños aprender de memoria —cantando— en las escuelas: «La primera, que se va a lo más alto; la segunda, que no sufre compañía, aunque sea de su naturaleza; la tercera, que pone el pico al aire; la cuarta, que no tiene determinado color; la quinta, que canta suavemente».
De su Cántico espiritual son estos versos memorables:
En soledad vivía,
y en soledad ha puesto ya su nido,
y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido.
Mejor no se puede decir.

viernes, 1 de mayo de 2020

Vida y color


En el lavadero donde mi padre guardaba sus herramientas ocurría aquella tarde algo muy extraño. Dentro de una desvencijada caja de cartón, pequeñas gotas metálicas (restos de algún termómetro quebrado) cobraban vida entre arandelas, resistencias, válvulas de radio, cromos olvidados, amianto en hilachas, retorcidos alambres de estaño y aparatos vencidos por el uso, acumulados allí con la reprobación cómplice de mi madre. Surcos lentos del mercurio entre el polvo. Olor a óxido de tornillo. Opacidad imposible de metal. Persistente deseo de hacer, aún hoy, empujándolas con un palito, de varias gotas una sola y luego volverla a separar. Placer infantil de crear y destruir. Sabíamos que era mercurio porque él nos había advertido. No conocíamos aún la tabla periódica. Ni el nombre de los planetas. Ni el peligro. Ni el miedo adulto a la enfermedad.