El espectro observa al niño, que está solo en casa. Recuerda. Envuelve su nuca con una leve brisa protectora, una caricia helada. El espectro también fue niño y algunas tardes le gustaría esconderse bajo la cama o en el armario. Teme que nadie acuda a buscarlo.
Fotografía | François Truffaut a los 10 años
Sugerente serie "Vida de espectro". Sólo los espectros se reconocen a sí mismos y saben de una belleza recóndita e intensa, tan real como la vida misma que añoran. Debajo de los recuerdos, más allá del viento, iluminado todas las noches de todos los mundos, están ellos. Y nosotros, a veces, fingimos no saberlo.
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