Dyhego, siempre nos quedarán esas "secretas galerías del alma" de las que hablaba Machado, que nos los devolverán sin que nosotros lo hayamos buscado. Un poema, una canción, una desconocida que pasa o una vieja fotografía pueden ser el detonante. Saludos.
Valente tenía razón, el pasado no existe sin una reconstrucción creativa. Mis mejores deseos personales y literarios para el nuevo año. Un cordial saludo desde Rivas.
Sí, Valente, como en tantas otras cosas, tenía mucha razón. El que para mí es su mejor libro, La memoria y los signos, es buena prueba de ello. Reconstruir (reinventar) moralmente el pasado nos permite entender un poco mejor el presente (ese "explicar la vida" del que hablaba Gil de Biedma). La memoria reconstruida es, sin duda, una de las materias primas de la poesía.
Mis mejores deseos también para ti, José Luis. Un afectuoso saludo.
Lo malo es que nuestros recuerdos se pierden en la memoria.
ResponderEliminarSalu2 recorda2.
Dyhego, siempre nos quedarán esas "secretas galerías del alma" de las que hablaba Machado, que nos los devolverán sin que nosotros lo hayamos buscado. Un poema, una canción, una desconocida que pasa o una vieja fotografía pueden ser el detonante. Saludos.
ResponderEliminarValente tenía razón, el pasado no existe sin una reconstrucción creativa. Mis mejores deseos personales y literarios para el nuevo año. Un cordial saludo desde Rivas.
ResponderEliminarSí, Valente, como en tantas otras cosas, tenía mucha razón. El que para mí es su mejor libro, La memoria y los signos, es buena prueba de ello. Reconstruir (reinventar) moralmente el pasado nos permite entender un poco mejor el presente (ese "explicar la vida" del que hablaba Gil de Biedma). La memoria reconstruida es, sin duda, una de las materias primas de la poesía.
ResponderEliminarMis mejores deseos también para ti, José Luis. Un afectuoso saludo.