Cuando te enciendes, faro de mi alma,
torre de ensueño,
y prendes en tu luz toda la vida
—este doble silencio, mar y playa—,
¡qué hermoso eres!
Luego, ¡qué triste
cuando estás apagado,
faro en el día, torre de ladrillo!
Juan Ramón Jiménez | Eternidades | 1918
Hola Chimista, hace poco descubrí tu blog, y repasando entradas antiguas encontré la del "gato lector" es genial ! como me encantan los gatos (tengo 2) lo he puesto en favoritos, para tenerlo mano si quiero ver las fotos de gatos durmiendo, en posturas imposibles. Enhorabuena.
ResponderEliminarSalu2 Dorita
jaja cuanta verdad, mucho mejor de noche, con esa luz imponente alumbrando el vasto mar.
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