viernes, 24 de julio de 2009

La melancolía de los ríos


Claude Monet, Nenúfares


Cuenta Álvaro Cunqueiro en Tertulia de boticas y escuela de curanderos que, desde Plinio, "la contemplación de un curso de agua es medicina contra la melancolía, contra los melancholicae vertigines, contra los vértigos de la melancolía que perturban los sentidos".

Dejas de leer y te vienen a la memoria imágenes de ríos en los que te has bañado de niño o has vuelto a visitar con la ilusión de reencontrar algo ya perdido. El fluir del agua, el misterio de su vida interior, el hermoso paisaje vegetal que los acompaña, te invitan a suspender por un momento el tiempo y a convertirte, como hechizado, en un elemento más del paraje, como el insecto que flota entre los juncos o la hoja que se mueve enloquecida en un torbellino de la corriente.


Benjamin Williams Leader, An English River in Autumn


Nada reconforta más tras una caminata que introducir las manos en un río de aguas frías. Nos habla Cunqueiro de un médico que recetaba a sus pacientes tramos concretos de ríos de Inglaterra, Gales o Escocia para combatir su bilis melancólica. E, incluso, de cómo "a ciertos melancólicos no les hacía falta el agua, que lo que los curaba era solamente el rumor del río". Quien ha estado alguna vez solo en mitad de sus aguas sabe de qué rumor se trata.

Quizás esa cura para sus males es también la que busca Fernando, el protagonista de Los ojos verdes, la hermosa leyenda becqueriana, quien se acerca al abismo de las aguas llamado por una ninfa de brazos delgados y ojos brillantes que le promete "un lecho de esmeraldas y corales."


John William Waterhouse, Hylas and the Nymphs

2 comentarios:

  1. El fluir de las vidas se asemeja a los ríos. A veces el río fluye plácido, en otras, de forma tumultuosa y cargada de alegría.

    Preciosos los cuadros.

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  2. Buenos días, de nuevo, Chimista:

    He atravesado el espejo para llegar hasta aquí. ¡Qué maravilla, que hables de Álvaro Cunqueiro y encontrar estos cuadros de John William Waterhouse
    . Todas las ninfas tan bellas y parecidas y sin embargo Hylas tiene ojos únicamente para la que lo tiene cogido de la mano que parece ignorar todo lo que la rodea sólo centrada en la mirada de él.

    Te dejo el enlace de un vídeo:

    Te dame of Shalott – Loreena McKennit

    Saludos.

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