Cuando vi esta tira de Enriqueta, de Liniers, no pude resistirme y me llevé el enlace a mi blog . Es exactamente lo que nos sucede con los libros que nos gustan, y es lo mismo que nos ocurre con las lecturas que nos propone el profesor Ojeda. Hoy, al volver a referirme a ella, he comprobado que no había dejado comentario. Creí que sí lo había escrito y enviado. Disculpa, el fallo. No me pierdo nada de lo que publicas.
Esa sensibilidad tan propia de él... Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué razón tiene!
ResponderEliminarBuenas noches, Chimista:
ResponderEliminarCuando vi esta tira de Enriqueta, de Liniers, no pude resistirme y me llevé el enlace a mi blog . Es exactamente lo que nos sucede con los libros que nos gustan, y es lo mismo que nos ocurre con las lecturas que nos propone el profesor Ojeda.
Hoy, al volver a referirme a ella, he comprobado que no había dejado comentario. Creí que sí lo había escrito y enviado. Disculpa, el fallo.
No me pierdo nada de lo que publicas.
Saludos.