No es necesario ser una habitación
para estar embrujada,
no es necesario ser una casa.
El cerebro tiene pasillos más grandes
que los pasillos reales.
Es mucho más seguro encontrarse a medianoche
con un fantasma exterior
que toparse con ese gélido huésped,
el fantasma interior.
Más seguro correr por una abadía
perseguida por las sepulturas
que, sin luna, encontrarse a una misma
en un lugar solitario.
Nosotros tras nosotros mismos escondidos,
lo que nos produce más horror.
Sería menos terrible
un asesino en nuestra habitación.
El prudente coge un revólver
y empuja la puerta,
sin percatarse de un espectro superior
que está más cerca
Emily Dickinson | El viento comenzó a mecer la hierba
La traducción, de Enrique Goicolea, pertenece a la reciente antología poética publicada bajo el título El viento comenzó a mecer la hierba (Nórdica, 2012). Como se trata de una edición bilingüe, dejo abajo el texto original, por aquello de las traducciones. Sirva como un ejemplo más de lo complejo que es traducir cualquier texto literario, especialmente un poema.
One not need to be a Chamber ─ to be haunted ─
One need not to be a House ─
The Brain has Corridors ─ surpassing ─
Material Place ─
Far safer, of a Midnight Meeting
External Ghost,
Than an interior Confronting ─
That Cooler Host.
Far safer, through an Abbey gallop,
The Stones a'chase ─
Than Unarmed, one's a'self encounter ─
In lonesome Place ─
Ourself behind ourself, concealed ─
Should startle most ─
Assassin hid in our Apartment
Be Horror 's least.
The Body ─ borrows a Revolver ─
He bolts the Door ─
O'erlooking a superior spectre ─
Or More ─
Maravillosa Dickinson. Me encantan las imágenes que despliegan sus versos, la intensidad, la contundencia. Siempre me ha fascinado.
ResponderEliminarGracias por volver a traérmela ;)
Sí, Emily Dickinson es impresionante. Si profundizas un poco, sus poemas ofrecen muchos más de lo que aparentan. Por algo le gustaba tanto a Juan Ramón. Un saludo, Aradia.
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