martes, 16 de marzo de 2010

La Poza del Inglés


Quizá, donde los tres amigos encontraban un entretenimiento más intenso y completo era en el río, del otro lado de la tasca de Quino, el Manco. Se abría, allí, un prado extenso, con una gran encina en el centro y, al fondo, una escarpada muralla de roca viva que les independizaba del resto del valle. Enfrente de la muralla se hallaba la Poza del Inglés y, unos metros más abajo, el río se deslizaba entre rocas y guijos de poco tamaño, a escasa profundidad. En esta zona pescaban cangrejos a mano, levantando con cuidado las piedras y apresando fuertemente a los animalitos por la parte más ancha del caparazón, mientras éstos retorcían y abrían y cerraban patosamente sus pinzas en un postrer intento de evasión tesonero e inútil.


En las tardes calurosas de verano, los tres amigos se bañaban en la Poza del Inglés. Constituía un placer inigualable sentir la piel en contacto directo con las aguas, refrescándose. Los tres nadaban a estilo perruno, salpicando y removiendo las aguas de tal manera que, mientras duraba la inmersión, no se barruntaba, en cien metros río abajo y otros tanto río arriba, la más insignificante señal de vida. 



Señalaba a la derecha de la Poza, tres metros más allá de donde desaguaba El Chorro. En el pueblo llamaban tontos a la culebras de agua. Ignoraban el motivo, pero ellos no husmeaban jamás en las razones que inspiraban el vocabulario del valle. Lo aceptaban, simplemente, y sabían por ello que aquella culebra que ganaba la orilla a coletazos espasmódicos era un tonto de agua. El tonto llevaba un pececito atravesado en la boca. Los tres se pusieron en pie y apilaron unas piedras.






Textos | Miguel Delibes, El camino (1950)
Sobre Miguel Delibes | CVC. Miguel Delibes

2 comentarios:

  1. Que novela más entrañable. Que manera de escribir. No sé donde leí, que en breve tiempo Miguel Delibes será un autor para leer con diccionario.

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  2. Sí, 'El camino' es una novela realmente deliciosa que puedes disfrutar casi palabra a palabra. Es, además, una novela de personajes: Daniel el Mochuelo, Germán el Tiñoso o la Uca-uca nos acompañarán ya cada vez que pensemos en la relación entre infancia y literatura. Conozco a algún joven lector que me ha comentado, en plena fiebre de los 'Harry Potter', que esta novela es el mejor libro que ha leído en su vida.

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