Aguas tranquilas contra los vértigos de la memoria
Noche sin fin Por detrás de la puerta Una candela pasa Masaoka Shiki
Cuando te enciendes, faro de mi alma, torre de ensueño, y prendes en tu luz toda la vida —este doble silencio, mar y playa—, ¡qué hermoso eres! Luego, ¡qué triste cuando estás apagado, faro en el día, torre de ladrillo! Juan Ramón Jiménez | Eternidades | 1918