sábado, 24 de agosto de 2013

F de faro


Como todos los veranos, el niño mira con fascinación el faro. Imagina su interior: vidas desconocidas, tesoros tras una puerta, penumbra, soledad. Escaleras interminables y retorcidas que conducen a la luz, conversaciones en voz baja, humedad que cala los huesos y los sentimientos. Mapas llenos de cifras y escalas, unas gafas olvidadas en una repisa y un barco que se intuye lejano en la oscuridad del mar. Olor a salitre y a óxido. Julio Verne, Joyas Literarias Juveniles, Tintín y Chaland. Persecuciones y besos entrevistos al ritmo de destellos fantasmales en una noche de tormenta. Nunca ha entrado en su interior, pero sabe mejor que nadie todo lo que allí se oculta. Lo imagina cada verano mientras las sombrillas al viento alegran la playa cercana.

Cuando, pasado el tiempo, vuelva allí, el faro le devolverá intacta, convertida ya en nostalgia, aquella mirada infantil que se perdió en el día a día y tan inútilmente ha buscado desde entonces. Un simple destello en la noche, como una voz lejana, le recordará que allí, entonces, el mundo estaba bien hecho y aún era posible la aventura.

martes, 20 de agosto de 2013

Retorno


Tu imagen melancólica
en el cristal tan tenue
borrada por la lluvia
es la imagen de un niño
que aún se asoma a su adentro
buscando a tientas la quebrada imagen
de lo que quiso ser.

José Ángel Valente | Fragmentos de un libro futuro, 2000